Celebramos la #SantaMisa del viernes 26 de Junio de 2020.
San Josemaría Escrivá de Balaguer
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Lectura del libro del Génesis 2, 4b-9.15
Cuando el Señor Dios hizo tierra y cielo, no había aún matorrales en la
tierra, ni brotaba hierba en el campo, porque el Señor Dios no había
enviado lluvia sobre la tierra, ni había hombre que cultivase el campo.
Sólo un manantial salía del suelo y regaba la superficie del campo.
Entonces el Señor Dios modeló al hombre de arcilla del suelo, sopló
en su nariz un aliento de vida, y el hombre se convirtió en ser vivo.
El Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia oriente, y colocó en
él al hombre que había modelado.
El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos
de ver y buenos de comer; además, el árbol de la vida, en mitad del
jardín, y el árbol del conocimiento del bien y el mal.
El Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín de Edén, para
que lo guardara y lo cultivara.
Palabra de Dios

SALMO RESPONSORIAL

Sal 2, 7-12 (R.: Sal 116, 1a)
R/ Alabad al Señor, todas las naciones.
Voy a proclamar el decreto del Señor;
él me ha dicho:
«Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy. R/
Pídemelo: te daré en herencia las naciones,
en posesión, los confines de la tierra:
los gobernarás con cetro de hierro,
los quebrarás como jarro de loza.» R/
Y ahora, reyes, sed sensatos;
escarmentad, los que regís la tierra:
servid al Señor con temor,
rendidle homenaje temblando. R/
No sea que se irrite, y vayáis a la ruina,
porque se inflama de pronto su ira.
¡Dichosos los que se refugian en él! R

#EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 5, 1-11
En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la
palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos
barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían
desembarcado y estaban lavando las redes.
Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un
poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
—«Rema mar adentro, y echad las redes para pescar.»
Simón contestó:
—«Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos
cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes.»
Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que
reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca, para
que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las
dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a
los pies de Jesús diciendo:
—«Apártate de mí, Señor, que soy un pecador.»
Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con
él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba
a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Jesús dijo a Simón:
—«No temas; desde ahora serás pescador de hombres.»
Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Palabra del Señor

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