Celebramos la #SantaMisa del Viernes 4 de Septiembre del 2020.
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Primera lectura:
Ezequiel 34:11-16
11 Porque así dice el Señor Dios: He aquí, yo mismo buscaré mis ovejas y velaré por ellas. 12 Como un pastor vela por su rebaño el día que está en medio de sus ovejas dispersas, así yo velaré por mis ovejas y las libraré de todos los lugares adonde fueron dispersadas un día nublado y sombrío. 13 Las sacaré de los pueblos y las juntaré de las tierras; las traeré a su propia tierra, y las apacentaré en los montes de Israel, por las barrancas y por todos los lugares habitados del país. 14 Las apacentaré en buenos pastos, y en los altos montes de Israel estará su apacentadero. Allí reposarán en apacentadero bueno, y apacentarán en ricos[a] pastos sobre los montes de Israel. 15 Yo apacentaré mis ovejas y las llevaré a reposar[b] —declara el Señor Dios. 16 Buscaré la perdida, haré volver la descarriada, vendaré la perniquebrada y fortaleceré la enferma; pero destruiré la engordada y la fuerte. Las apacentaré con justicia.

Segunda lectura:
1 Tesalonicenses 2, 2b-8
2 Porque vosotros mismos sabéis, hermanos, que nuestra visita[a] a vosotros no fue en vano, 2 sino que después de haber sufrido y sido maltratados en Filipos, como sabéis, tuvimos el valor, confiados en nuestro Dios, de hablaros el evangelio de Dios en medio de mucha oposición[b]. 3 Pues nuestra exhortación no procede de error ni de impureza ni es con engaño; 4 sino que así como hemos sido aprobados por Dios para que se nos confiara el evangelio, así hablamos, no como agradando a los hombres, sino a Dios que examina[c] nuestros corazones. 5 Porque como sabéis, nunca fuimos[d] a vosotros con palabras lisonjeras, ni con pretexto para lucrar, Dios es testigo, 6 ni buscando gloria de los hombres, ni de vosotros ni de otros, aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido imponer nuestra autoridad[e]. 7 Más bien demostramos ser[f] benignos[g] entre[h] vosotros, como una madre que cría con ternura a sus propios hijos. 8 Teniendo así un gran afecto por vosotros, nos hemos complacido en impartiros no solo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas[i], pues llegasteis a sernos muy amados.

Salmo 22, 1-6
1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
¿Por qué estás tan lejos de mi salvación[b] y de[c] las palabras de mi clamor[d]?
2 Dios mío, de día clamo y no respondes;
y de noche, pero no hay para mí reposo[e].
3 Sin embargo, tú eres santo,
que habitas entre las alabanzas de Israel.
4 En ti confiaron nuestros padres;
confiaron, y tú los libraste.
5 A ti clamaron, y fueron librados;
en ti confiaron, y no fueron decepcionados[f].
6 Pero yo soy gusano, y no hombre;
oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.

#Evangeliodeldía

Juan 10, 11-16
10 En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ese es ladrón y salteador. 2 Pero el que entra por la puerta, es el pastor de las ovejas. 3 A este le abre el portero, y las ovejas oyen su voz; llama a sus ovejas por nombre y las conduce afuera. 4 Cuando saca todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. 5 Pero a un desconocido no seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. 6 Jesús les habló por medio de esta alegoría, pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.
7 Entonces Jesús les dijo de nuevo: En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que vinieron antes de mí son ladrones y salteadores, pero las ovejas no les hicieron caso[a]. 9 Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto. 10 El ladrón solo viene para robar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas. 12 Pero el que es un asalariado y no un pastor, que no es el dueño de las ovejas, ve venir al lobo, y abandona las ovejas y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa. 13 El huye porque solo trabaja por el pago[b] y no le importan las ovejas. 14 Yo soy el buen pastor, y conozco mis ovejas[c] y las mías me conocen, 15 de igual manera que el Padre me conoce y yo conozco al Padre, y doy mi vida por las ovejas. 16 Tengo otras ovejas que no son de este redil; a esas también me es necesario traerlas, y oirán mi voz, y serán un rebaño con un solo pastor.

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