💬 “Son esas cosas que me guardo en el corazón para siempre”
En 2021, Florencia abrió las puertas de su casa —y de su vida— para cuidar a bebés que esperan una familia. Ella forma parte del programa “familia amiga” de la Fundación Mir, con el objetivo de darle un hogar provisorio a bebés que corren el riesgo de pasar sus primeros meses de vida en un hogar del INAU.
Su historia nos muestra que el amor verdadero no se guarda: se comparte. Que dar tiempo, afecto y presencia puede transformar la vida de un niño… y también la propia.





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